Aunque todos sufrimos de Burnout, la verdad es que este post lo enfoqué en mujeres porque existen numerosos estudios y análisis que respaldan que las mujeres asumen una carga desproporcionada de trabajo emocional, invisible y no remunerado y sufren más del “síndrome de agotamiento”.
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La semana pasada (sí, porque este post iba a salir el domingo pasado pero estaba cansada y muy poco inspirada para terminarlo) escuché un episodio de The Liz Moody Podcast con Israa Nasir, psicoterapeuta, que me encantó.
La conversación es sobre burnout, pero no desde la obviedad de “estás trabajando mucho”, sino desde ese lugar más sutil (y más j*dido) en el que sientes que, aunque haces todo bien, igual no estás haciendo lo suficiente. Que siempre falta algo. Que hay una versión más productiva, más brillante, más imparable de ti que no estás siendo.
Nasir explica que el burnout no es solo por exceso de trabajo, sino por vivir en una cultura que glorifica la productividad como valor central, una cultura que te entrena para autoexigirte, compararte y nunca parar. En este entorno, sentirse agotada no es una excepción… Y lo más loco es que ni siquiera tiene que ver solo con las horas que trabajas, tiene que ver con el peso constante de no poder bajarle a nada. No poder desenchufarte. No saber cómo descansar sin culpa y sentirte bien con lo que ya tienes sin querer más y más y más.
Ella dice: “si tu vida gira solo en torno al trabajo, tu identidad se vuelve demasiado estrecha. Y cuando esa única cosa falla (spoiler: eventualmente va a fallar), no tienes de dónde sostenerte. No hay red de placer, de creatividad, de descanso”.
💥 Algunas ideas que me dieron para pensar:
El burnout no es una falla personal. Es un síntoma cultural.
Vivimos en un sistema que mide tu valor por lo que produces y entregas. Y en esa lógica, agotarte no es señal de alarma, es lo esperable.El perfeccionismo no es una virtud. Es una herida con buena presentación.
No nace de querer hacer las cosas bien. Nace del miedo a no ser suficiente si no haces TODO bien. Nace del miedo a que te dejen de querer si no brillas.Tener una mentalidad de crecimiento no es llegar más lejos. Es reconocer que ya avanzaste.
No todo se trata de superarte. También se trata de darte crédito por no haberte rendido.Cambiar la narrativa lo cambia todo.
Pasar del “¿por qué me pasa esto?” al “¿para qué me está pasando esto?” no es positivismo tóxico. Es una forma real de darle sentido a lo que, de otra forma, solo duele. Como lo dice Israa: “This isn't happening to me. It's happening for me.”No se puede sanar en un entorno que insiste en enfermarte.
El sistema laboral moderno promueve la desconexión. Se alimenta de la urgencia, del cansancio, del miedo. Sanar no es solo dormir más. Es cuestionarlo todo. 🤯
Además, en otro episodio de follow-up Liz comparte “9 Hidden Reasons You’re Tired All The Time” (9 razones ocultas por las que estás cansado(a) todo el tiempo -y soluciones fáciles respaldadas por la ciencia) donde profundiza en factores menos evidentes que afectan nuestra energía:
No es solo falta de sueño: Factores como la inflamación, el estrés crónico y la supresión emocional pueden drenar tu energía más de lo que imaginas.
La multitarea es una trampa: Cambiar constantemente de tareas agota tu cerebro y disminuye tu eficiencia.
El “busy” no es sinónimo de productividad: Estar ocupada todo el tiempo no significa que estés siendo efectiva.
La importancia del aburrimiento: Permitir momentos de inactividad puede ser revitalizante y esencial para la creatividad.
Entonces, ¿cuáles son algunas claves para no quemarte (por lo menos no todos los días)?
✨ Optimismo trágico: aceptar que la vida es dura y aún así elegir encontrarle sentido.
✨ Microhábitos: cosas pequeñas que suman —parar 5 minutos, respirar, poner límites sin justificarte.
✨ Dejar de idolatrar la perfección: porque si todo tiene que salir perfecto, nada nunca va a ser suficiente.
✨ Abandonar la multitarea: porque hacer 7 cosas mal al mismo tiempo no es sinónimo de productividad.
✨ Reivindicar el aburrimiento: porque no hacer nada es, a veces, hacer mucho. Es dejar espacio. Es recordar que estás viva, no en una app.
✨ Aquí voy agregar algo que aprendí del libro Burnout: The Secret to Unlocking the Stress Cycle de Emily y Amelia Nagoski y a mi es lo que más me ha ayudado en la vida: Cerrar el ciclo del estrés (y aprendí en Hoffman que esto también funciona para los sentimientos!): movimiento físico (aunque sea caminar 10 min, bailar una canción, gritar, patalear), respiración profunda, llorar, reírte con alguien, abrazar por 20 segundos... Básicamente, darle al cuerpo una salida.
En conclusión, al final nadie va a venir a rescatarte del burnout. No tu jefe, no tu pareja, no un retiro espiritual de fin de semana, tú decides cuándo es suficiente. Tú eliges si sigues corriendo o si te bajas un rato del juego. No para rendirte, sino para recuperar la dirección.
Porque esto no va de hacer menos, va de hacer distinto y de dejar de vivir en automático… y de algo que creo que a las mujeres nos cuesta mucho, o al menos a mi me cuesta mucho: de no ser tan obediente.
Es prender algo más adentro, sentirte más humano que eficiente.
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Tanya Hennessy explora lo que llama la "trampa del catch-up", se refiere a cuando las amistades o relaciones se reducen a encuentros esporádicos en los que las personas "se ponen al día" sobre sus vidas en una comida, o con drinks… es decir algo de bajo impacto.
La sobrecarga de información (fatiga de decisión) es un fenómeno muy real y actual con el que nuestros padres nunca tuvieron que lidiar y eso nos afecta en todo.
La idea es que dejes hacer a las personas lo que quieran hacer, sea bueno o malo. ¿No te invitan a algún lado? Déjales. ¿No te llamó la persona con la que saliste a una cita? Déjale. ¿Alguien toma una decisión con la que no estás de acuerdo? Déjale.
Me encantó. Hablo mucho de esto en mis charlas basada en mi experiencia personal y en mi visión como paciente. Búscate un concepto que cuando lo conocí me cayeron 300 veintes: Atelofobia. Somos esa generación. Y cómo dices es cultural y sistémico. Una cultura capacitista y productivista que nos está enfermando y que spoiler no es sostenible ni lo será en el corto plazo. El burnout trae como consecuencia una cantidad de enfermedades físicas que no hemos dimensionado. Da para largo este tema.
Me encantó Reina! Hermoso, demasiado bien escrito, interesante y para reflexionar.