Cuando me gane la lotería (cuando me la gane, no si me la gano, porque estoy segura que lo haré) (sí, la compro) quiero pensar que seré una millonaria cool. Nada de andar comprando carros de lujo, de hecho, ya tengo pensadas mis excentricidades y serán más graciosas que cancelables: primero, haré fiestas los domingos, para no tener nunca más domingo de bajón. Habrá alcohol si quieres tomar… pero el que no quiera tendrá un festín inimaginable de bebidas, comidas y postres: ¿por qué ir a gastar en un restaurante si yo les ofreceré platos aún más deliciosos y GRATIS? Es una invitación que no podrán rechazar porque además podrán traer a sus amigos, si quieren, a sus perritos, obligatoriamente, y en los días de calor espero tener alberca para que se refresquen.
También tendré una persona que me ayude en la casa todo el tiempo y sus tareas más importantes serán siempre tenerme Arnold Palmers en el refri y hacerme limonadas frappé (con granadina obviamente) al menos 3 veces a la semana, de verdad son mis bebidas favoritas del mundo. Quizás envíe a la persona a Italia un tiempo para que aprenda el radio perfecto de limón, agua, azúcar y granadina.
Haré una fiesta de cumpleaños (o de compromiso? o boda?!) donde le regalaré el boleto a mis amigos para que vengan desde cualquier parte del mundo. En la fiesta cantarán Caloncho y Mika (Harry no, porque les dije que no sería demasiado excéntrica y él debe cobrar demasiado). Eso sí, la comida de la fiesta serán pizzas, porque es mi comida favorita y punto… y será de tarde porque ya no me gusta desvelarme. Si me caes bien estarás invitado, no importa que no hablemos tanto. Pondrán venir de tenis, pero les advierto que habrá una paleta de colores para que las fotos queden lindas. Odio cuando en las fotos de las bodas hay alguien vestido de amarillo y otro de rojo y otro de azul, sorry, de verdad no se ven bien.
Hablando de fiestas, obviamente tendría una colección de vinilos para poner en mis fiestas y reuniones, no se trata de escuchar música, se trata de crear atmósferas… por eso tendría cosas que solo se usan para cosas específicas: como una colección de cucharitas vintage solo para postres pequeños que te hacen sentir del siglo XIX o las copas de champán de Great Gatsby (¿saben cuáles?) para brindar en fotos, aunque estén llenas de jugo espumoso de Martinelli’s porque no tomo alcohol.
Diego y Pablito tendrían un chofer/manny (o quizás choferesa/nanny) que los lleve a diferentes parques. Haría una “escuelita de perritos boutique” con sus amigos pequeñitos y tranquilos para que fueran a jugar, sean felices y vivan muchos años.
También tendría un mayordomo freelance. Este mayordomo no es cualquier mayordomo, no es alguien que plancha camisas o trae el té a la hora precisa. Este es un Asistente de Crisis Existenciales Pequeñas, especializado en esos momentos donde la mente colapsa por cosas que, objetivamente, no importan y cuando me dé ansiedad tomar decisiones banales que me responda mis preguntas: ¿quiche o croissant para desayunar hoy? ¿publico este post o lo reviso mañana porque podría ser mejor? ¿estoy llorando por una razón válida o solo estoy harta de la vida?
Mi viaje soñado sería volver a la Costa Amalfi. Me compraría un vestido bellísimo, con mangas etéreas y bordado a mano, solo para ir a la panadería por una sfogliatella como si fuera la protagonista de una película que solo se proyecta en festivales indies de cine europeo. Una vibra muy Virgin Suicides pero sin el negativismo final.
Tendría un fondo de emergencia, una cuenta bancaria especial solo para cosas que no necesito pero que podrían hacerme más feliz de manera completamente simbólica (podríamos llamarlos caprichos filosóficos) y ahí tendría mi apartado para mandar al Hoffman Process a todos mis amigos que quieran ir.
En fin, como ven, ya tengo lista mi vida para cuando llegue el momento porque con i soldi posso comprare tutto, tranne la certezza di sapere lo que voglio (con dinero puedo comprar todo, excepto la certeza de saber lo que quiero).
(click en las imágenes para ir al post)
No necesito dinero para tener la certeza de que lo quiero a él y lo que quiero para é.
Mis secretos mejor guardados para ser tu mejor versión (físicamente)
Este post es muy especial: primero porque es un tributo a esta ciudad que quiero tanto, y segundo porque voy a compartir mis mejores recomendaciones en CDMX (de todo).
Recuerdo cuando, un día en la oficina, compraste un boleto para una lotería (no recuerdo cuál) y me dijiste que cuando la ganaras, a todos tus amigos les ibas a compartir un monto. Por eso sé que lo harás tal cual lo escribiste en este post :)