Este post está inspirado en varios posts que he leído al respecto como este, este, este y este.
Hay una pregunta que ronda en mi cabeza siempre que pienso que ahora todo el mundo va a terapia y que todos hemos empezado a usar esos términos en nuestro día a día, pero sobre todo lo pienso por mi: ¿Nos está volviendo egoístas el lenguaje terapéutico? ¿o quizás es nuestro miedo a la incomodidad y cómo los años de terapia nos llevan a creer que cualquier emoción “negativa” debe ser súper analizada hasta la médula?
En los últimos años, conceptos terapéuticos como el “autocuidado” y el “establecimiento de límites” han aparecido por todas partes en internet, pero a veces se están saliendo de control ¿no? Un favor que le pides a un amigx puede ser catalogado de “abumador” y se nos anima a "poner límites", "mantener el espacio" y "rechazar la toxicidad", ¿pero la amistad no es inherente a traspasar los límites, hacernos sentir un poco incómodos, desafiar nuestras creencias, etc etc etc?
Nuestros amigos son los que nos hacen mejorar como personas, y sin duda, mejorar como personas lleva un poco (bastante) de incomodidad. Todos sabemos que no crecemos en nuestra zona de confort, pero muchas veces (me incluyo) lo evitamos a toda costa porque pensamos que no está bien. Hace tiempo leí esta frase que ahora recuerdo siempre que estoy incómoda: El secreto del éxito reside precisamente en aquello que estás evitando. Esas cosas que parecen derrumbarte y humillar tu espíritu.
En muchos casos (y creo que muchas veces he sido culpable de esto) el lenguaje terapéutico nos permite armarnos con un vocabulario que se disfraza de forma de comunicación más amable y empática, mientras que en realidad se convierte en un arma para excusar nuestras decisiones más egoístas en las que no queremos sentirnos incómodos por voltear a ver, objetivamente, también nuestras limitaciones y sobre todo hacer una autoreflexión de cómo somos el 50% de una relación y cómo podemos mejorarla.
Es mucho más fácil decir “tienes razón” que decir(nos): “tienes razón y te apoyo, pero también tienes responsabilidad por tus acciones y quiero que hablemos de eso porque eres una persona a la que respeto y aprecio”. Si eso cuesta mucho hacerlo con uno mismo, imaginemos si le decimos eso a nuestros amigos y les generamos incomodidad. Al menos yo, ni lo pienso, eso ya me pone incómoda.
Marisa G. Franco, psicóloga, profesora y autora de Platonic: How the Science of Attachment Can Help You Make - and Keep - Friends, afirma que animar a la gente a poner límites de una forma en la que sólo tienes en cuenta tus necesidades y no las de los demás hace difícil la creación de relaciones sanas. Franco recomienda practicar algo llamado mutualidad, que consiste en pensar que las necesidades y sentimientos de la otra persona tienen tanto valor como las tuyas.
Enable 3rd party cookies or use another browser
Y diría que a veces incluso debes poner sus necesidades ENCIMA de las tuyas en ese momento que lo necesiten, pero también quiero pensar que ellos pondrán las mías encima en el momento que yo lo necesite. La amistad real no sólo significa estar ahí para las cosas divertidas, también significa formar parte de un sistema de apoyo, ofrecer espacios para ventilar (las veces que se necesite), hacer cosas aburridas juntxs, ayudar a las personas que queremos en los momentos difíciles y confiar en que harán lo mismo por nosotros y sí, alguna que otra vez, ayudarnos mutuamente a responsabilizarnos por acciones, actitudes, comentarios, etc.
Sí, puede haber ocasiones en las que sea necesario faltar a los planes, ignorar un mensaje de texto, hablar cuando te sientes menospreciado o tomar distancia de una amistad difícil, pero siempre es importante recordar que hay personas al otro lado de estas interacciones y no sabes qué está pasando por sus cabezas, entonces el ghosting casi nunca es la mejor opción, o vomitarles todo lo que sientes en ese momento sin dejarles explicar su punto de vista y de verdad considerarlo (de nada vale que los dejes explicarte si al final ya tú tomaste la decisión y solo lo haces por deber y no realmente abriendo el corazón y la mente a una sana discusión). La idea es que debe ser más una conversación: 'Ok, esto es lo que pienso, esto es lo que necesito; así es como me siento; así es como te sientes; hablemos'
Ya lo he dicho antes, yo misma he rechazado conversaciones, momentos o situaciones por miedo a la incomodidad, pero estoy trabajando activamente en eso. Aunque llevo años en terapia aún siento que hay una línea muy delgada que aún me cuesta definir entre la “aceptación de los problemas/temas de salud mental” al “necesito satisfacer todos mis caprichos y aversiones porque me causan problemas de salud mental”. ¿Dónde termina el autocuidado y donde comienza el individualismo? ¿Ven? Una línea muuuy delgada…
En conclusión, los límites son importantes, pero nuestras relaciones requieren compasión, incomodidad, cuidado, vulnerabilidad y flexibilidad. En realidad, es lindo sentirse necesitado y ayudar a los demás cuando te necesitan, por eso somos seres sociables y vivimos en comunidad, con todas las ventajas que eso conlleva (y sí, también algunas desventajas).
Comprometámonos con nuestras amistades, demos todo por ellas (en la medida que sea posible para nosotros), abracemos sus imperfecciones y disfrutemoslas… son realmente importante para nosotros, tanto que son el predictor número uno de nuestra longevidad.
◡̈
(click en las imágenes para ir a los posts)
Desde hace meses mi ansiedad de moda es ser más cautelosa de lo habitual, porque si llego a ser famosa algún día, espero que no tengan nada que pueden sacar en mi contra y cancelarme. Una locura total, ya se.
En este post hablo de mi ansiedad en este post y sobre el Hoffman Process un retiro ESPECTACULAR que hice este año y sin duda ha sido de los highlights de mi vida.
¿A veces no se despiertan con un nudo en la garganta sintiendo que TODO está mal, que la vida es injusta, y que no pueden ni pensar por la vorágine emocional que tienen adentro? ¿solo yo? Ayer me pasó eso y por primera vez utilicé conscientemente una técnica sobre la que he escuchado mucho y que ayuda en esos caos.