Mi amiga Liliana y yo en casi cada conversación que tenemos tocamos un tema que nos apasiona, bueno, en verdad son dos pero creo que están íntimamente relacionados: el primero es que (en un mundo ideal) las mujeres deberían estar con los hombres porque quieren, por preferencia, no por necesidad, dependencia emocional o económica. El segundo tema es que el deseo es efímero, y que la mayoría de las parejas se casan en ese estado de euforia hormonal y por eso los matrimonios duran poco.
En las dos cosas creo que tiene razón, pero hoy vamos a hablar del segundo tema y la invitaré a ella, si en algún momento se anima, a escribir un post de invitada con su opinión (diría controversial, pero en realidad es CERO controversial) sobre el primer tema.
La cosa es que llevamos décadas romantizando la idea del "amor verdadero" que todo lo puede, cuando la realidad es mucho más compleja.
Esther Perel, la psicoterapeuta belga que escribió "Mating in Captivity" (BTW, amo todos sus podcasts y todo lo que dice), tiene una ecuación perfecta: tensión erótica = separación + misterio + autonomía. Básicamente, el deseo no vive en la rutina ni en la certeza, sino en esa "distancia segura" donde la otra persona sigue siendo un enigma. Y ojo con esto que me voló la cabeza: dice que "queremos seguridad y aventura... con la misma persona" - ahí está todo el dilema porque es bastante difícil lograr eso.
Pero esto no significa que tengamos que elegir entre amor y pasión. Brené Brown, la investigadora de la vulnerabilidad, nos recuerda que "no puedes tener intimidad sin vulnerabilidad", y que amar a largo plazo implica arriesgarse emocionalmente una y otra vez. Al mismo tiempo, Alain de Botton (el filósofo detrás de The School of Life) desmitifica el amor romántico: “amar no es encontrar a alguien perfecto, sino elegir seguir conociendo a alguien imperfecto. El deseo no sobrevive si lo tratamos como un premio que ya ganamos y guardamos en el cajón”. Que gran frase esa última, y creo que pasa muchísimo: ya es mio = ya pierde la emoción.
Lo que me parece más interesante es cómo bell hooks, la activista y autora de "All About Love", define el amor no solo como sentimiento, sino como acción, compromiso y ética. Quiero resaltar la palabra acción, porque acción es algo que tenemos que hacer, que elegir, no solo se da y ya. El deseo florece donde hay igualdad emocional y libertad genuina, no en dinámicas de poder o dependencia (por eso digo que ambos temas están ligados y aquí viene el estar con alguien por querer estar). Esto conecta perfectamente con lo que Erich Fromm escribía en "El Arte de Amar": el amor inmaduro dice "te amo porque te necesito", pero el maduro dice "te necesito porque te amo", algo completamente diferente.
Todo esto nos lleva a la misma conclusión: estamos teniendo malas relaciones porque esperamos que funcionen en automático. Perel dice que lo más sexy es ver al otro en su elemento, sin ti. Brown insiste en que el deseo se apaga cuando evitamos mostrarnos de verdad. Y Fromm nos recuerda que amar es un arte que requiere práctica, no un estado pasivo.
Al final, creo que la clave está en aprender a hacer cuatro cosas que suenan simples pero son revolucionarias: elegir al otro incluso cuando ya no te dan mariposas, respetar la autonomía sin perder la conexión, cultivar lo erótico sin sofocar lo emocional, y cuidar la admiración, la novedad y la curiosidad como si fueran plantas en peligro de extinción.
Entonces tal vez el amor duradero no se trata de mantener viva la llama, sino de aprender a encenderla una y otra vez. Sé que suena raro - cuando lo leí por primera vez pensé "wait, si tengo que hacer eso es porque no es amor verdadero, ¿no?" Se suponía que si realmente querías a alguien la llama no se apagaba, porque eso es lo que nos vendieron con el "y vivieron felices para siempre". Pero resulta que ese cuento es el que nos tiene jodidos, principalmente a las mujeres. Ahora que nos hemos educado un poco más, sabemos que ESE es el amor verdadero - no el que te cae del cielo y se mantiene solo como por arte de magia, sino el que construyes conscientemente, día a día.
Y es que Taylor ha escrito sobre casi todos los tipos de amor posibles, pero creo que necesitamos que hable de uno que aún no aparece en sus canciones: el amor que no es una love story sino una daily choice. Ese sería el hit que realmente necesitamos para que se nos grabe en la mente.
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Hay 2 cosas en la vida que son seguras: la muerte y tener un crush. Esto es algo que en mi opinión, es muy subestimado: da alegría, es gratis, siempre te hace sentir mejor, y creo que es subestimado porque mucha gente lo asocia con un enamoramiento ciego de niña adolescente.
Aunque todos sufrimos de Burnout, la verdad es que este post lo enfoqué en mujeres porque existen numerosos estudios y análisis que respaldan que las mujeres asumen una carga desproporcionada de trabajo emocional, invisible y no remunerado y sufren más del “síndrome de agotamiento”.
El tema de las últimas semanas han sido los “no negociables” en cualquier relación—amistad, pareja, familia. Y, la verdad, como buena people pleaser con límites cuestionables, algunos me han servido bastante.