Esta semana y la que viene vamos a explorar las dos caras de la misma moneda. Hoy: no juzgamos. La próxima semana: juzgamos todo y a todos.
Durante años pensé que si alguien tenía una opinión negativa sobre mí, era porque yo tenía una falla real, objetiva y totalmente irreversible (soy como soy pues!). Que si alguien decía que yo era cruel, entonces yo era una especie de villana Disney y que no tenía ni una característica positiva. Si alguien decía que era intensa, entonces yo era una bomba nuclear emocional. Básicamente, creí que cualquier cosa que dijeran los demás de mí era totalmente cierta.
Nunca entendí muy bien de donde venía esa necesidad de aprobación y de presentarme perfecta hacia el mundo, de no sentir que si no soy así, soy un fracaso. Quizás fue de los años adolescentes en Venezuela donde se venera a las misses y su perfección, porque según yo, no tengo ni mommy issues ni daddy issues (issues en general sí…. solo no esos)
Obivamente con el paso de los años me di cuenta que gran parte de lo que los demás piensan de ti tiene más que ver con su vida, sus experiencias y lo que ellos reflejan cuando te miran. Ya lo dice el dicho mexicano: lo que te choca, te checa. Es decir, lo que más te molesta del otro muchas veces tiene más que ver contigo que con ellos. The School of Life lo explica parecido: la gente rara vez ve a los demás como son, los ve como espejos (distorsionados) de sí mismos… muchas veces no te están viendo a ti, están viendo a su mamá y sus comentarios, a su ex, o al jefe que les gritó en 2013, y tú solo estás ahí, convenientemente cerca.
Y claro, a veces me viene una oleada y pienso: “fuck todo el mundo”. Pero otras veces me quedo atrapada en esa duda: ¿y si sí soy lo que dicen? Porque además lo dicen con una seguridad absoluta… sin un ápice de duda, y sí, me lo han dicho directamente en mi cara!!! Entonces, si me lo dicen de frente sin ningún tipo de duda es porque están convencidos y tienen razón ¿no? A veces me consuela pensar que seguramente se miden con esa misma vara cruel a sí mismos, porque cuando yo juzgo lo hago así también para mi (de esto hablaremos la próxima semana) y entonces ya no me lo tomo tan personal… solo un poquito.
No te voy a decir que “no te importe lo que piensen los demás” porque eso es imposible si no eres un sociópata, y tampoco voy a decir que esa gente nunca tiene razón, creo que si te dicen algo siempre es bueno reflexionar, pero también hay que aprender a filtrar:
¿Esta crítica viene de alguien que me quiere y me conoce?
¿Tiene algo de verdad útil o es puro vómito emocional y es como esa persona lo vio y ni me dejo explicar mi postura?
¿Estoy reaccionando o respondiendo?
Mel Robbins dice que no puedes controlar lo que hacen los demás, pero sí puedes elegir cómo respondes. Sí, es un frase cliché, pero útil. Porque la verdad es que todos nos vamos a equivocar, a cagarla, a hacer cosas que a alguien no le gusten. El punto no es evitar eso. El punto es no autodestruirse cada vez que pasa.
Para ir más allá de la teoría, aquí van algunos tips que a mí me han ayudado (a veces):
Hazte amiga del silencio incómodo en lugar de llenarlo con explicaciones innecesarias.
Rodéate de gente que se atreve a decirte cosas, pero con amor.
Aprende a verte desde tu propia mirada, no desde la de alguien que está proyectando sus miedos en ti.
Y lo más poderoso para mí: practicar loving kindness, esa meditación donde deseas bienestar para ti y para los demás (aunque no te caigan bien).
Hoy puedo decir que ya no me tiembla el ojo si alguien piensa mal de mí, bueno, a veces sí, pero al menos ya no me dan ataques de ansiedad para intentar demostrarle a los demás que no soy quien creen. Porque la única forma de tener el 100% de aprobación es no tener opiniones, personalidad y ser genérica, agradable y perfectamente inofensiva.
O sea, irrelevante.
No thanks.
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¿Qué es realmente amor? ¿cómo saber si realmente estas enamoradx? Estas son las preguntas que yo considero te debes hacer para saber si es el amor de tu vida.
Cuando me gane la lotería (cuando me la gane, no si me la gano, porque estoy segura que lo haré) (sí, la compro) quiero pensar que seré una millonaria cool. Nada de andar comprando carros de lujo, de hecho, ya tengo pensadas mis excentricidades y serán más graciosas que cancelables.
Lo que la gente opina es solo un porcentaje ínfimo de una totalidad a la que nunca tendrán acceso!
Si quieres mi opinión, que no me pediste…
La semana pasada tuve un pensamiento/teoría/afirmación que arrastra un poco tu tema de esta semana, porque lo peor es cuando crees que conoces cómo funciona la mente de la gente y terminas en el autojuicio. En pleno trabajo, me dije: Todo está diseñado para el caos y para que algo te haga quedar mal. Lo que me lleva a una solución y posiblemente a otro tema: cutting people of your life >>> https://open.spotify.com/episode/2yCDBwrWjqS3pPaW0FOKG0?si=48ce857cca054566